Hoy lo he descubierto.
Tu eres mi dictador,
tu eras mi dictador,
un 20 de noviembre,
un maldito 20 de noviembre
os unió, nos unió.
Muerto él,
muerto yo,
¿cuándo mueres tú?
No vengas a morir
otro 20 de noviembre;
ni muerto me respetas.
Mundo fascista de
dictadores, ladrones
de vida, aire y fe.
Dictador de los dictadores,
él a la sombra de ciprés,
a tu sombra,
esperando a que llegues
para arrodillarse ante ti,
el DICTADOR.
Leyes, normas, poder
que robaste sin pagar
y te di sin cobrar.
El precio mi vida,
como la de tantos otros,
la vida de los nuestros,
el alma de los que huyeron,
la fe de mi país,
que no del tuyo,
yo muerto, español,
exiliado quizá,
pero español.
Tú, vivo,
pero jamás español,
no toleramos más dictadores,
no tolero a ningún dictador.
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