Aquí estamos sentados
cara a cara
sin mirarnos
sin saber qué decir.
El se enfría,
yo ni lo toco,
no me atrevo.
Apenas 30 centímetros,
que se convierten en
respiraciones.
El tiempo sigue andando.
La gente sigue pasando.
Esta lucha no tiene sentido.
Alguna vez debe acabar.
Debo de dar el paso,
pero me da miedo
hacerle daño, que
no entienda que
esto es imposible, que
debo probar
cosas nuevas, que
me ahogo en esta
relación.
Adiós, café,
amante y amigo,
al mismo tiempo.
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