Una de esas noches con nubes negras
en la que el sueño no me dejaba dormir
y me llevaba por caminos de sangre,
por los caminos de esta sociedad,
en la que vale más una moneda que una vida.
Una de esas noches con nubes negras
en la que luchaba contra mi mente
para no sucumbir ante el miedo
del dolor, del sufrimiento, del fin
que se acerca a cada instante.
Una de esas noches con nubes negras
en la que las sábanas no me abrigaban,
ni tus brazos me daban cobijo,
ni mi cuerpo encontraba consuelo
ante la frialdad con la que se enfrentaban mis ojos.
Una de esas noches con nubes negras
en la que esperanza se evaporó
huyendo de este ser humano
tan carnívoro, tan vacío y tan fiero
que espera ahí fuera cada mañana.
Una de esas noches con nubes negras
en la que perdí la fe en la humanidad…
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