jueves, 7 de noviembre de 2013

Parálisis

<<El hombre es más sabio que todo. Todo él condicionado para hacer vivir su cerebro. El hombre rey, el hombre tigre, el hombre león. Hombre hombre. Si todo es hombre, yo también soy hombre. Pero el hombre es más porque todas las costillas que tiene son de él mientras que la mujer está hecha de una costilla del hombre. La mujer ligada al hombre, vinculada al hombre, costilla, arrancada de sus costillas, huesos de hombre, toda hombre, fundida, desaparecida. Y la tragedia de vivir que el hombre tiene que soportar desde el nacer. Y la guerra. Y la revolución. >>


<<Acabo de poner la sonata de Kreutzer. No estoy en la sala de espera del médico, no pienso nada de lo que digo, no estoy emocionada. Escribo. Escribo y no llego a poder comunicar la gran mezcla de sensaciones que querría poder comunicar. A la vida de verdad no llega nadie. Intentos, pruebas. Ensayos. Escaramuzas del indio sioux, que es el más astuto. Nada. ¡La sonata en el tocadiscos y a llenar hojas! Hablo de mí. Y no hablo de mí. Cuando alguien muy inteligente diga: Ya la tenemos con todas sus astucias de escritor que quiere y no llega… Y cómo confiesa, Señor… Se encontrará con las manos vacías. No daré nada. Hablaré sin parar de mí y no diré nada. Parálisis soy yo.>>

Parálisis, Mercè Rodoreda

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