Ayer te pregunté:
¿Qué es la felicidad?
Ojos llorosos,
manos temblorosas,
mirada caída,
ni una sola palabra.
Entonces la vi,
la descubrí
en esas lágrimas
que lloraban
por lo perdido,
por lo inalcanzable,
por la fortuna:
en esas manos
que eran capaces de
aferrarse al volante
para tomar decisiones;
en esa mirada que se
avergonzaba de sus ojos
como si de una rata de
alcantarilla te tratases.
La felicidad está ahí:
mientras sientas...
¿Cómo vives tus sentimientos?
Ese es el juego.
Yo voy ganando.
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