domingo, 22 de enero de 2012

Una Gota con Nota!

Llega el terrible mes de febrero para los universitarios, entre los cuales he de incluirme. Parándome a reflexionar un poco, es fácil darse cuenta de que nuestra vida está basada en una continua evaluación a través de exámenes. Probablemente, si cuento las veces que me he emborrachado y los exámenes que he hechos, los últimos ganarían de paliza. Con esto no quiero decir que vayamos a bañarnos en fuentes de alcohol, pero ¿son justos tantos exámenes? ¿alcanzan su propósito o son un simple procedimiento para cribar a esta sociedad?

Nacemos y a los tres años entramos en el colegio. Cuando llegamos a primero de primaria, o quizás en segundo o tercero, la verdad que hace mucho que dejé esos cursos y no lo recuerdo bien, comenzamos a hacer exámenes. Si en un principio parecen ser cosas fáciles, una página, unas cuentas, pero que en aquellos momentos nos parece todo un mundo. Posteriormente, llega la temida ESO, seguida de bachillerato. Sube el nivel, así como el estrés para no repetir y perder tus amistades. La llegada de bachillerato significa tomar en cuenta una de las decisiones importantes que determinarán tu vida. Lucha o no luchar por conseguir nota en cada examen, ya que de ello, así como de la famosa selectividad, dependerá entrar o no en la carrera que siempre has deseado o que, simplemente, ves como futuro profesional. Cuando por fin consigues entrar en tu maldita carrera, se te caen los pilares sobre los que la tenías, sigues haciendo exámenes, luchando contra temarios ineficaces, estúpidos, montones de palabras que olvidas al siguiente segundo de acabar el examen. Después te licencias y ¿ahora qué? Pues nada... hagamos otro examen y preparemos unas oposiciones, oposiciones a las que nos presentaremos dos, tres o quién sabe cuántas veces hasta conseguir superarlas. Probablemente, a medida que avancemos encontremos más exámenes, exámenes para aprender idiomas, para obtener títulos que nos ayuden a conseguir la plaza en el lugar deseado, ...

¿Pero realmente cumplen la función con la que se idearon? Es decir, ¿realmente es un buen método para adquirir conocimientos? Probablemente no, pero no voy a ser yo quien lo diga, creo que nuestra sociedad lo está gritando día tras día.

Además de estos exámenes que hacen que nuestra vida dependa de unos números, encontramos también otros exámenes en la vida, otros obstáculos, que probablemente nos hagan aprender mucho más que esos folios aburridos y sin sentido.

Pero después de todo esto, nos toca afrontar la realidad y ver que en los próximos días tenemos que seguir haciendo montones de ellos. En mi caso 5:

- El día 25 de enero Genre, Rewriting and Experimentation in the Latin American Novel.
- El día 1 de febrero The Latin American Contemporary Novel.
- El día 8 de febrero Dialectología.
- El día 14 de febrero Gramática española II.
- El día 16 de febrero Historia de la lengua II.

Interesante, ¿no crees? Bueno solo me queda resignarme y seguir pasando horas y horas en la biblioteca aprendiendo un temario que puedo afirmar que el 17 de febrero no tendrá cabida en mi cerebro. Pero sin más preámbulo animo a todos los que se encuentran en la misma solución que yo a estudiar y a demostrar a nuestra sociedad que podemos con estos exámenes y más y que nuestra vida va más allá de ellos. Suerte.


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