Aquel lobo había vuelto.
Llevaba mucho sin aparecer,
su aullido había permanecido
callado, alejado de la sociedad,
sin morder, sin atacar,
sin llorar y sin desobedecer.
No obstante, ahí está de nuevo.
Lo vuelvo a escuchar
y me da miedo.
No sé por qué viene ahora.
La última época en la que estuvo aquí,
me destrozó completamente,
algunas veces me arrancaba el pelo,
otras tantas me arañaba la espalda,
las más me mordía en el corazón
dejándolo casi sin latido.
Me pregunto qué querrá ahora,
otra lucha encarnecida con él
es demasiado.
Pero lo siento cerca,
llevo varios días oliéndolo,
se ha ido acercando suavemente,
me ha ido dejando notas,
sé que vienes a por mí,
que vienes a arrastrarme de nuevo.
Aquí estoy, llévame.
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