De las dudas infinitas
que rompen el frio
que nace entre las sábanas
de la piedra en la que
habito al amanecer.
De las dudas infinitas
que se asoman a los pies
que van saltando entre
colinas planas hechas
de ilusión y fe.
De las dudas infinitas
que surgen al decidir
si blanco o negro,
si derecha o izquierda,
si tú o yo.
De las dudas infinitas
que se lanzan al vacío
intentando ser
el vencendor de una
carrera donde gana el
último.
De las dudas infinitas
al pensar si pasó o
fue un sueño que tuve
mientras soñaba despierto
en algún paraíso perdido.
De las dudas infinitas
nazco, de eso, de dudar.
De dudar, crezco.
De dudar, me alimento.
De dudar, muero.
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