miércoles, 29 de mayo de 2013

Pere Lachaisse

Una línea.
Eso es lo que separa
la vida
de la muerte.
A un lado
niños, gritos, alboroto;
Al otro lado,
silencio, piedras, frío.
Una cercanía tan lejana,
Caminas,
La ves desde fuera,
Ríes, lloras, saltas, vives.
De repente,
estás dentro
y de aquí nadie ha salido.
Pere Lachaisse.

Notre-Dame

Ante la mirada de los doce,
desde ahí arriba,
juzgando sobre tu cabeza,
mudos e impecables,
se ennoblecen los pensamientos,
se endulzan los sentimientos,
solo tiemblan las piernas.
Los pecados ahora se esfuman
entre velas de dos euros.
Eso vale un perdón para muchos.
Parece que todo se compra,
pero los ojos siguen ahí
cuando salen,
apenados, tristes, abatidos,
hasta que vuelven a pecar.
Sin embargo los doce siguen
con la misma mirada,
impasibles, con la misma actitud.
Los errores no se venden en mercados.
En mi espalda llevo los míos.

domingo, 19 de mayo de 2013

Ahora soy feliz

Es 19 de mayo. Son las 23.22. Llegué un 29 de abril y apenas he tenido dos minutos para sentarme delante de la pantalla para escribir mis sensaciones ante mi llegada y me encanta. Me siento vivo, querido, solicitado, ocupado, ardiente, feliz, feliz, feliz, como nunca antes me había sentido. Ahora he descubierto que para ser feliz solo hace falta darnos cuenta de lo que tenemos, valorar todo aquello que nos rodea y no intentar buscar excusas y razones que justifiquen las sensaciones que a veces tenemos y que no sabemos cómo cambiarlas. Ya no necesito nada más ni nadie más. Lo tengo todo y por eso quiero plasmarlo aquí, para que no se me olvide, para que si algún día aquellos sentimientos que me invadían antes y los cuales ya ni recuerdo vuelven, se vayan del mismo modo que llegaron al leer estas líneas porque se que lo que tengo, nadie me lo va a arrebatar, porque tampoco lo voy a dejar. Arañaré, pelearé, golpearé, mataré si hace falta. Ahora soy feliz.

domingo, 12 de mayo de 2013

El desamor me enamora

El desamor me enamora,
me saca del melodrama diario
y me lleva por ríos en el desierto.
Me desgarra por dentro como
si afilara mi piel con el cuchillo
que aparece en mi mente por ti,
como si triturara cada sentimiento
con un mazo de marfil firme.
El desamor alegra mi tristeza,
da vida a mi rutina, asfixiada,
seca, vacía, estéril, en fin, muerta.
Ahoga mi esperanza naciente,
marchita mi sonrisa matinal,
enloquece a mis instintos más humanos,
ensucia mi camino de huellas.
El desamor me enamora,
cosa que tú ya no consigues,
pero, lamentándolo,
te debo este desamor.