No dejo que nadie me mire a los ojos por miedo
a que empiece a leer heridas de una vida
entre algodones que se solapan con versiones y
diferentes historias de un mismo hecho.
No dejo que nadie me mire a los ojos por miedo
a que me entienda y sepa como aliviar
aquellos momentos del pasado inexistentes,
curados con ron cubano, carretera de por medio
y lágrimas que escuecen.
No dejo que nadie me mire a los ojos por miedo
a que este mundo en el que tú y yo paseamos
se derrumbe.
jueves, 27 de diciembre de 2012
Contradicciones
Contradicciones, contradicciones
que se retuercen entre las
alambradas de sus playas,
desiertas, claras y hechiceras.
Contradicciones, contradicciones
que salen a la calle
pidiendo auxilio entre una
marabunta de mentiras y ecos.
Contradicciones, contradicciones
que nacen en su piel al cerrar
los ojos al tiempo que escucha
la melodía de este tropical.
Contradicciones que luchan en
un mar de bien y de mal
donde nadie distingue lo uno
de lo otro, ya ni yo lo distingo.
que se retuercen entre las
alambradas de sus playas,
desiertas, claras y hechiceras.
Contradicciones, contradicciones
que salen a la calle
pidiendo auxilio entre una
marabunta de mentiras y ecos.
Contradicciones, contradicciones
que nacen en su piel al cerrar
los ojos al tiempo que escucha
la melodía de este tropical.
Contradicciones que luchan en
un mar de bien y de mal
donde nadie distingue lo uno
de lo otro, ya ni yo lo distingo.
martes, 11 de diciembre de 2012
Una tarde
Entre acordes de guitarra
se deslizaba una línea blanca
que se derretía con las pisadas
de los transeúntes sin camino.
Bajo la calidez de los muros
murmuraban aquellos gatos
saltando entre tú y ellos
reunidos bajo un fuego eterno.
El aire respiraba la armonía
de aquel momento mágico,
embaucador, rendido a los pies
de la libertad y el arte efímero.
Echados en piedras acolchadas
se dejaban llevar por el calor del
vino mezclado con esencias
de otros mundos inventados allí.
En la ventana un mundo ajeno
al que se vivía entre aquellas
paredes revestidas de sangre
que seguía latiendo en sus vidas.
Aquello era la imagen de una tarde
de diciembre, de una única tarde.
martes, 4 de diciembre de 2012
This is Chicago
Poner un pie. Descubrir un cuerpo. Abrir una ventana y descubrir un mundo. Are you still working on it? Enteder una cultura y su brunch. Observar unos colores sin ser catalogado o juzgado. Sentir el arte y la libertad como modelo de vida. Querer tocar el aire con las manos en un suspiro. Alternar sonrisas con homeless. Defender la cultura como crecimiento y apoyar la diferencia como rasgo facial. Escuchar la música con el corazón y cantarla con el alma. Vibrar al ver a tus hormigas convertidas en toros ganar. Luchar en Downtown para conquistar cinco centímetros más. Mirarte en un espejo que te devuelve una realidad tergiversada. Caminar por una ciudad renacida de entre sus cenizas. Capturar imágenes que nunca volverán a ser lo mismo, momento que nadie más va a captar ni a vivir. Dar normalidad a algo que no lo es, aunque también lo es. Respetar la historia en un estilo vintage que viste los escaparates. Solucionar los problemas con un simple puente elevadizo que lo deja escapar. Ser conducido a través de curvas vertiginosas por los aires y surfear por los tejados. Encontrar lo inesperado y perder la conciencia. Querer parar el tiempo. No dormir y respirar.
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