jueves, 27 de septiembre de 2012

Luna ...


La luna no salió a bailar...
No se armó de fuerza,
no se pintó sus labios rojos
ni se puso sus tacones más altos.
Tampoco estrenó aquel vestido
que con tanto esmero 
le robó a Mercurio
 en una noche de desenfreno.
No cogió el último bus
con destino a uno de los
aros de Saturno. 
No bebió de aquella copa
vacía de vino azulado. 

Ella solo se limitó a sentarse
otra vez en el televisor
para ver su vida pasar
como el cometa que choca
sabiendo cuál es su final.
Se echó la manta, 
otra película,
más lágrimas. 

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