sábado, 11 de febrero de 2012

Una Gota Analítica


Pronombre Personal Tónico de Primera Persona del Singular

Llega. No llega. ¿Qué más da?
Es una tercera persona del singular,
en presente o quizás en nada.
Bueno si, en lo que la primera persona quiera.
El pronombre personal Yo
conjuga el verbo decidir a su antojo,
probablemente en futuro,
rechazando así el condicional,
puesto que no existe condición,
ni subjetividad, ni deseo.

La segunda persona se ha perdido.
El vocativo ha desaparecido.
El oyente o referente no importa.
¿Qué es del contexto?
El contexto también influenciado por
la primera persona del singular,
tal vez del plural, depende de
esos otros hablantes que participen
en dicha pluralidad.

El canal se ha perdido. No,
no son letras; no, no son sonidos;
no, no son gestos; ah ya sé,
aparecerá transformado en lo que
el Yo desee a través del subjuntivo.

Después de todo este metalenguaje,
te lo digo bien claro, aquí solo existe el
Yo. Todo lo demás, es decir, el mundo,
depende de él. Al Tú lo arrojó al río.  

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